viernes, 3 de agosto de 2007

Tulipanes Negros



Una fría neblina llegaba desde la bahía atravesando bosques. Bosques largos y densos, donde se podía esconder de todo, donde se escondían animales esperando a sus presas, personas, gente culpable, triste, solitaria, aterrada, suicida.
Al final de uno de esos bosques se esconde un vacío, un precipicio con una bajada tan abrupta, que ni siquiera una mariposa que pasa volando puede evitar caer, y volar al ras del suelo.
Cuenta una historia que una dama enamorada que había sido rechazada, había llegado a aquel bosque, corriendo sin saber por donde, cegada por sus lágrimas que bajaban cual catarata. Una vez en el bosque se echó a llorar al lado de un árbol, con sus manos aferradas a los tulipanes que llevaba consigo cuando fue rechazada. Cuando abrió los ojos se encontró con una mariposa. Ella se sintió atraída por su belleza y se levantó para seguirla. La mariposa volaba lento, para darle tiempo a seguirla.
Siguieron las dos a paso lento por los sinuosos caminos del bosque, cuando de pronto la mariposa empezó a caer, lentamente, mas aún manteniendo su vuelo. Entonces la dama también empezó a caer, lentamente, sin darse cuenta.
Se dice que los tulipanes quedaron plantados abajo, en la tierra, y que aunque es solo tierra, no se mueren. Que se tiñeron de negro, al igual que la dama.
Bueno, eso es lo que cuenta la historia, si será verdad o no, iré yo a saber. Pero el bosque, el bosque sí es real, es real que las personas se esconden ahí. ¿Cómo lo sé yo? Porque yo soy una de esas personas, ¿De qué tipo? La verdad, de todos, incluso solitario, aunque sé que no estoy solo. Sé que hay alguien más en este lugar. Solo espero que no sea algún suicida, porque la verdad no tengo ganas de presenciar un asesinato, bueno, un auto-asesinato.
Me pregunto donde estará, su respiración no se escucha muy lejos, jadeante. Creo que viene de atrás. Caminé un poco y la tenue luz de la luna se abrió espacio para iluminarme un rostro, y luego, a un cuerpo completo. Era una mujer. Movió la cabeza con lentitud, sonriendo. Era una hermosa mujer. No fui capaz de decirle algo, ella tampoco habló, y volvió su mirada al cielo, sentada contra un carbol. Yo también me senté, y sin darme cuenta. Me quedé dormido.
En mi sueño, una mariposa me guiaba por un oscuro, muy oscuro, camino, hacia unos tulipanes negros, que parecían tener luz propia. Eran las flores más lindas que había visto en mi vida.
Al despertar la vi a ella, parada, esperándome. Me tendió una mano y me ayudo a incorporarme. Una vez frente a ella, con un gesto me indicó que la siguiera. Ella iba como trotando, zigzagueando entre los árboles, y volcando la cabeza de vez en cuando para mirarme y sonreírme. Su ondulado cabello bailaba a su alrededor.
De pronto, paró. Yo llegué donde estaba ella y me di cuenta que era un precipicio, y abajo, muy abajo, se podía ver una tenue luz. Volví la cabeza para mirarla, y entonces me di cuenta que ya no estaba ahí, y en su lugar había una enorme y hermosa mariposa que, de alguna manera, me devolvió la mirada.
Entonces lo comprendí.
Estaba bien, después de todo, dije que no quería presenciar un suicidio, no que no pensaba cometer el mío. Y a ella, ella solo quería compañía. Entonces fui capaz de pronunciar las únicas palabras que diría esa noche:
- Muy bien, entonces, llévame a verlos.

3 comentarios:

Real Unmaker dijo...

Bueh, primero! ^^

Hum... como te había dicho, me gusta la vida que le das al escenario.

Ahora que me doy cuenta... el principio es un poco abrupto. Pero muy poquito.

Uno nunca quiere ver un suicidio. Hay cargas. Desde las legales, como declarar a la policía, y todo eso, o morales, como sentirse mal por el muerto o consolar a la familia luego o cosas asi... y, por último, las peores... en las que uno puede ser culpable del suicidio en cierto grado. Sentirse culpable, sentirse responsable, sentirse mal, o por lo menos sentirse culpado por la opinión pública...

El que se suicida escoge la salida más fácil, solo se mata y es todo, no hay más dolor, no hay más penas, no tiene que darle explicaciones a nadie, no tiene que soportar los golpes o las lágrimas de nadie...

Por esa y por otras razones yo nunca me suicidaría... y la verdad no me importa ver o no ver suicidios...

Demasiado, y lo peor es que muy poco sobre el texto en sí y mucha reflexión sobre un punto... :/ lo siento...

Para ponerle un tono más normal: Qué texto más emo!!!!!!
XDDDD

Bueno che, acá no hay límita de comentarios (6) =P

Saludos! ^___^

Polux dijo...

vaya, hoy es el dia de leer cosas interesantes.


increible, me recuerda a los cuentos de Poe, divertido.


me gusta el fina , y la manera en que se desenvuelve la mnarración.

saludos!

Rafu dijo...

A mi me gusta el comienzo del relato esta bien logrado.

En la mitad se pierde la escencia del comienzo.

Y pues me gustó el final.

Bonito, felicidades.